Estrella y los caballos.

 

 

 En los corazones de los caballos hay una chica llamada Estrella, yo, que comencé a montar a los 9 años. A mí me encantaban y me encantan los caballos pero montar me daba un poco de pánico, ahora adoro montar.

 

Mi profesor Juan me animaba todos los días. Mi caballo y mi yegua preferidos son Príncipe y Nubia. Al montar a caballo siento un cosquilleo en el estomago al mirar al suelo y ver a la altura a la que estoy. Pero antes de montar tengo que ponerle la silla y la cabezada y al ponerlo por primera vez estás tan nerviosa que te hace todo el profesor por eso medianamente aprendes pero yo con 12 años que tengo no sé poner la cabezada ni terminar de colocar la silla. Cuando limpio a los caballos me da un gusto tremendo porque además de refrescarles me gusta enjabonarles y aclararles y saber que al final terminamos el caballo y yo empapados, lo que yo hago es que mientras le echo agua por encima con la manguera me tumbo en el lomo del caballo y le aclaro la otra parte. Su olor es, es como oxígeno para mis pulmones. Porque como ya os he dicho antes me fascinan los caballos. Yo, les hablo, me da mucha seguridad cuando nos vamos al campo, porque cuando ven tanto sitio para correr intentan escaparse por decirlo de alguna manera, también les doy palmaditas en el cuello que eso para ellos son caricias y les doy muchos abrazos.

 

Os voy a contar una de mis anécdotas y a lo mejor más de una.

 

Un día Juan mi profesor y yo fuimos a dar un paseo montados a caballo y nos encontramos a una manada de caballos, que en verdad, no eran caballos que no hubiésemos visto nunca, no al contrario, esos caballos eran del picadero, que se habían escapado.

Ellos erran:

Robepierre, Regreso, Leidy Marian, Príncipe, Sorprise y Negrito.

Juan y yo nos acercamos poco a poco. Cuando Príncipe nos vio avisó al resto por medio de un relincho a los demás que se quedaron como si fueran de piedra. Nosotros nos acercamos un poco más yo me baje del caballo y me acerqué a Príncipe y al oído muy severamente le dije lleva a tus amigos al picadero. Él me hizo caso, yo iba de guía y Juan de escolta, cuando ya estaban todos en su box aparecieron Fresa y Canela, ellas son compañeras de clase. Y yo les conté esta maravillosa historia y les encantó ahora todos los días les dejamos media hora sueltos y ellos se reúnen.

 

 

¿Queréis escuchar otra?

 

Antes de empezar la siguiente historieta os voy a revelar un secreto me da mucho miedo saltar. Os preguntaréis que porque os lo cuento y es porque si no no entenderíais la siguiente historia.

 

Un día de verano Juan que ya nos había dicho a que caballo cogíamos aquel día. A mí me tocó Príncipe. Pero os contaré otra cosa Príncipe todavía no era mi caballo favorito en ese momento le odiaba porque siempre que me montaba en el me caía pero volvimos a la historia.

yo ya iba preparada para tirare de la boca lo más fuerte posible porque es muy asustadizo. Ese día salimos a la pista de fuera cuando nos metimos a la pista nos pusimos en fila india hicimos unos ejercicios y...  por fuera en la valla de la pista estaba África  intentando subirse a Copito cuando le faltaba pasar la pierna por encima. Y en ese momento Copito empezó a correr hacia el campo en ese instante Sorprise la llamada "vaca"

tiró a la niña que tenía encima y echó a correr. Príncipe se asustó mucho me llevo por toda la pista sin tener yo el control en él y al final conseguí pararle. Cuando todo el mundo se tranquilizó  empezamos a saltar y Juan me mandó saltar a mí la primera. Yo con los nervios subidos al cuello me agarré fuerte a la crin. Mientras toda la clase me estaba animando y justo antes de saltar recordé una vieja foto que me habían enseñado de mi abuelo saltando a caballo. Toda la clase; Fresa , Canela, Sugus, y los demás.

¡Es-tre-lla! ¡Es-tre-lla! ¡Es-tre-lla! Y por fin llego el momento y... que paso que.....

 

 

 

En la próxima aventura descubriremos que sucedió. Todas las aventuras de Estrella se publicarán en

 

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