Diario de un caminante del Camino

 

Esquema del Camino

Día 2 de julio 1ª  media jornada de Camino 13:00 a 19:00

·       RONCESVALLES – ZUBIRI........................... 22 Km.

Día 3 de julio 2ª jornada de Camino 05:30 a 20:00

·       ZUBIRI – PUENTE LA REINA......................... 45 Km.

Día 4 de julio 3ª jornada de Camino 05:30 a 20:00

·       PUENTE LA REINA – LOS ARCOS................ 45 Km.

Día 5 de julio 4ª jornada de Camino 06:30 a 18:00

·       LOS ARCOS – LOGROÑO............................ 22 Km.

Día 6 de julio 5ª jornada de Camino 07:45 a 18:00

·       CAMPONARAYA – VEGA DE VALCARCEL.... 30 Km.

Día 7 de julio 6ª jornada de Camino 05:30 a 18:00

·       VEGA DE VALCARCEL – TRIACASTELA....... 40 Km.

Día 8 de julio 7ª jornada de Camino 06:30 a 18:00

·       TRIACASTELA – FERREIROS....................... 34 Km.

Día 9 de julio 8ª jornada de Camino 06:30 a 18:00

·       FERREIROS – PALAS DEL REY................... 34 Km.

Día 10 de julio 9ª jornada de Camino 05:30 a 19:00

·       PALAS DEL REY – ARCA............................. 47 Km.

Día 11 de julio 10ª media jornada de Camino 05:30 a 10:00

·       ARCA – SANTIAGO...................................... 21 Km.

Resumen: 9 jornadas completas 340 Km. Media 38 Km. Jornada

 

Este resumen no da una idea lo suficientemente amplia de lo que significó el Camino para mi, no obstante he tratado de escribir lo más importante que recuerdo.

El Camino empieza cuando planteo en casa la ilusión que me haría hacerlo. Las opiniones son muy diversas, pero la que más me importa es la de mi mujer, la iba a dejar sola mucho tiempo y, según ella, el único que iba a divertirse era yo. No le faltaba razón, al fin consigo que no se enfade demasiado si reduzco el viaje a sólo diez días.

Luego, una vez superado el primer inconveniente viene la organización de las etapas. Para ello cuento con la inestimable ayuda de un veterano Caminante del que trato de aprender todo lo que puedo. Me proporciona documentación y sobretodo consejos que yo acepto de muy buen grado.

Una vez planeado, aunque no al detalle, comento con algunos de mis amigos el plan y me dicen que estoy loco y que no podré hacerlo a ese ritmo, 40 Km. diarios son demasiados. Yo sólo pensaba que si mi amigo lo había hecho yo también podía hacerlo. El único problema que se me presentaba era que más de la mitad tenía que hacerlo sólo. Al final hice dos terceras partes con la única compañía de Santiago, que no es poco y el resto con Luis, un compañero.

Voy a comenzar mi historia con la partida del tren de la estación de CHAMARTÍN en dirección a PAMPLONA.

Físicamente no me encuentro en perfectas condiciones, tengo molestias en el estómago y me duele un poco el callo del pié derecho y como me da la impresión de que me va a molestar mucho tiempo lo llamaré el jodido callo.

El tren es muy confortable y como hay asientos vacíos, he cambiado para estar más a gusto. Por ahora no he visto a ninguna belga (son cosas mías). El paisaje es muy bonito y no dejo de pensar en el Camino, ¿lo conseguiré?, si tengo confianza en Dios y en Santiago no habrá problemas. En este momento son las nueve menos veinte de la mañana del día 2 de julio.

Llego sin novedad a PAMPLONA y en la misma estación cojo un taxi para que me lleve a RONCESVALLES. Llego a las 12:30 y me dirijo a la Colegiata para que me sellen la credencial. Una vez cumplimentado el requisito, me voy a la capilla y me encomiendo a la Virgen del Camino para que todo salga bien.

 

Son las 15:30 del día 2 de julio, primer día de Camino y estoy subiendo un monte que se eleva entre ESPINAL y MEZQUIRIZ.

A las 13:00 emprendo la marcha sobre el Camino. Está señalizado con una flecha. El recorrido ha sido agradable, el sendero entre bosques y prados produce una sensación maravillosa.

He intentado comer en el ESPINAL y no hay restaurante, no obstante he encontrado abierto un supermercado y en él me han hecho un bocata, el cual me lo he comido sobre la marcha.

La subida por este monte es muy impactante por la belleza del entorno y parece que hasta tiene un toque de mágico, el sendero va por un lugar muy estrecho, en ocasiones menos de dos metros, parece un bosque encantado.

Son las 17:10 y acabo de pasar por VISCARRET, llevo 4h y 10 minutos de camino y llevo sólo 13 Km., esta media no es nada buena. El pueblo es un poco raro y al entrar en un bar todos me han mirado de forma un poco rara. En este momento estoy descansando un poco para enfrentarme al puerto de ERRO que lo tengo encima. Estoy un poco preocupado por el jodido callo, le he dejado respirar un poco a ver si se porta bien en la subida al puerto.

Son las 21:30 llevo 8 horas y media desde que inicié el Camino, me encuentro descansando en el Albergue de ZUBIRI. He recorrido los primero 22 Km. y me encuentro en forma.

El Albergue está completo, están ocupadas todas las habitaciones, salas y pasillos, he conseguido un sitio en un frontón, en el suelo, con otros peregrinos. Tengo que ducharme y cenar antes de acostarme y aquí la primera anécdota. Al sacar las chanclas me doy cuenta que la del alza esta bien pero la otra es del mismo pié, de otro color y tres números más pequeña. No tengo más remedio que ir a la ducha en estas condiciones. Una vez aseado me voy a un super para comprar algo de cena y veo chanclas parecidas a la mía del alza y no tengo más remedio que comprarme otro par aunque de otro color. Al fin tengo chanclas aunque de dos colores.

Me voy al saco, estoy muy cansado y mañana hay que madrugar, espero levantarme sobre las 05:00 para tomar dirección OBANOS, como estaba previsto.

 

Son las 10:00 del día 3 de julio, segundo día de camino, estoy un poco cansado pues no he dormido en condiciones.

Como ya he dicho me he levantado a las 05:00 y he salido del albergue sobre las 05:30, era de noche, con luna, y aún me quedaba al menos una hora antes de que saliera el sol.

A las 06 empiezan las primeras luces y el frío es intenso. Sigo mi camino como lo empecé, sólo. Hoy, al igual que ayer, el paisaje, los pueblos, las sendas, etc. son maravillosos.

A lo largo de la mañana me he cruzado con varios peregrinos que nos pasamos y repasamos varias veces. Por el comentario de uno de ellos decido finalizar la etapa en PUENTE LA REINA en lugar de en OBANOS, son 3 kilómetros más pero hay mayores posibilidades de encontrar alojamiento.

Al llegar al albergue de VILLAVA a las 09:30, donde tenía previsto descansar, llevaba 4 horas de camino y unos 16 Km. andados y necesitaba lavarme y afeitarme, pues no pude hacerlo en el albergue la mañana anterior, el encargado del mismo me dijo que estaban de limpieza y que no podía dejarme pasar y que me fuera a la fuete del pueblo. Así lo hice y quedandome tremendamente a gusto. Voy a la farmacia compro algunas cosa y reanudo la marcha.

 

Son las 14:55 del día 4 de julio, tercer día de Camino, estoy a las afueras de IRACHE.

Ayer, después de desayunar en VILLAVA, continué la marcha y llegué a PAMPLONA. No conocía PAMPLONA, es una ciudad pequeña pero muy bonita, de casas antiguas y calles estrechas, he sacado varias fotos y visto las calles por donde pasan los toros en los encierros.

Le dediqué muy poco al turismo pues rápidamente me encaminé hacia ZIZUR MENOR donde tenía previsto comer. Allí pedí una ensalada y una paella. ¡Qué horror! Arroz viudo y pasado. Sigo mi camino y me enfrento al ALTO DEL PERDÓN. Es impresionante con una subida fortísima y que además va acompañada de un viento cada vez más fuerte y todo amenizado por un zumbido producido por multitud de gigantescos molinos de energía eólica. Cuando sólo quedaban unos metros el viento era tan fuerte que tenia que andar con muchísima precaución para no perder el equilibrio y caerme. Al llegar arriba tenía que agarrarme a las piedras.

Creí que lo peor del día ya abría pasado, pero me equivocaba. La bajada del perdón era más dura que la subida, esta era muy pendiente con montones de piedras redondeadas y sueltas que impedían andar con seguridad; muchas barrancadas y zonas de paso muy abruptas, en fin una verdadera odisea y un tremendo esfuerzo para las piernas y pies.

Mientras, y con una fuerte carga de amenaza, el cielo se iba poniendo cada vez mas negro, parecía que las nubes se iban cabreando por que yo estaba alcanzando la cima. Pero no se quedaron arriba y me siguieron casi todo el trayecto de bajada. Al fin pude cantar victoria y continuar por una zona menos accidentada en dirección a OBANOS.

Estaba destrozado, no tenía ni idea de donde iba a dormir y aún me quedaban unos 4 kilómetros para llegar a PUENTE LA REINA. El bochorno se hacía insoportable y no se veía el final. Llego a PUENTE LA REINA y consigo la última habitación que había en un Hostal. Ha sido una gran suerte o una acertada previsión de Santiago para que pudiera seguir al día siguiente.

Me levanto, como los días anteriores a las 05:00 e inicio la marcha sobre las 05:30, como siempre aún es de noche. Lo más importante de este día ha sido el paso por ESTELLA, es un pueblo muy bonito. Me he recostado un rato para descansar e inicio de nuevo la marcha.

 

Ahora, son las 13:05 horas del día 5 de julio, cuarto día del camino. Estoy sentado en una mesa del bar Pitu en una calle muy estrecha de VIANA y me acabo de hacer una foto.

Después de pasar por ESTELLA y de la siesta que me pegué en IRACHE, continúo por el Camino.

El recorrido se hace aburrido y me da la impresión de que los kilómetros que recorro no se ajustan a lo marcado en la guía, hago una media muy baja. Posteriormente confirmo que he hecho en la etapa 2 o 3 kilómetros más de lo marcado.

El recorrido hasta LOS ARCOS es tremendamente duro, no hay sombras, no hay pueblos, no hay agua y las ampollas empiezan a surgir entre los dedos pulgar e índice de ambos pies, además me sale una marca a la altura de la goma del calcetín derecho que se pone algo roja y no deja de molestar.

Al llegar a los ARCOS me voy derecho al albergue y me dicen que no hay camas libres, estoy hecho un paquete y me voy a un hostal a buscar alojamiento, poco después lo encuentro, Hostal “Ezequiel”, y allí paso la noche. Al entrar a la habitación tengo la intención de lavarme, cambiarme y salir a dar una vuelta para ver el pueblo que es muy bonito. Pero no hago más que salir a la calle y al sentir el viento frío y la humedad del ambiente, me entran unas tiritonas que me obligan a volver a la habitación. ¿Tendré fiebre?, luego se confirmaría esta posibilidad. Me quedo en el hostal, ceno y me acuesto. Nada más meterme en la cama  me pongo a temblar de frío y confirmo las sospechas de que algo no va bien. Al cabo de un rato y gracias a Dios, mi cuerpo recupera la temperatura, me pongo a sudar y me quedo dormido.

Me levanto a las 06:00, algo más tarde de lo habitual ya que esta etapa es más corta, sólo tiene 27 Km. No obstante no deja de ser una jornada dura ya que en todo el día sólo voy a pasar por tres pueblos: dos muy juntitos, SANSOL y TORRES DEL RÍO, y el tercero algo más alejado VIANA.

En este recorrido tengo la oportunidad de conocer a peregrinos canadienses, americanos, noruegos, daneses, pero ninguna belga (son cosas mías); no desespero. Las ampollas muy bien gracias, en su sitio y jodiendo, la marca de la goma del calcetín sigue molestando y he tenido que vendar la zona para protegerla del sol y de cualquier otro roce pues me molesta mucho, lo tengo algo hinchado y se nota que está caliente la zona. El día anterior me salió una nueva ampolla en el meñique, muy simpática.

 

Me encuentro en un bar de TRABADELO son las 15:30 del día 6 de julio, quinto día de camino y continúo con mi relato.

A las 21:00 horas del mismo día cinco, me encuentro en un banco de la estación de LOGROÑO, tengo que esperar hasta las 00:35 a que llegue mi tren, no hay sala de espera y esto es un aburrimiento, los de seguridad no permiten que la gente se tumbe en los bancos. Algo más tarde llega mi amigo IGNACIO que me hace compañía hasta las 00:15. El tren llega casi con 45 minutos de retraso.

Una vez que llega el tren, me toca correr pues mi vagón es el último, encuentro a un revisor mal encarado y le digo que me despierte 30 minutos antes de la llegada a PONFERRADA. Como no me fiaba pongo el despertador del móvil a las 05:45 ya que la hora prevista de llegar a PONFERRADA eran las 06:09; bueno desde esa hora hasta las 07:30 que llega el tren a su destino no pego ojo. Estaba muy cabreado con el retraso del tren pues me esperaba una jornada larga, estaba muy cansado y era muy tarde, no me lo pensé dos veces y en vez de iniciar el Camino en PONFERRADA, cogí un taxi y me adelante a CAMPONARAYA, para recuperar la hora perdida por el tren.

Inicio la marcha muy a gusto y sacando algunas fotos. Al llegar a VILLAFRANCA DEL BIERZO, un pueblo precioso, se abre el camino en dos ramas, una que se llama el camino viejo del norte y la otra que va por la carretera de asfalto.

Decido ir por el del norte. Una vez iniciado el camino, veo un letrero que dice “este camino está recomendado sólo para caminantes expertos”, algo raro empecé a sentir, como si me hubiera equivocado de camino, yo no soy un experto caminante aunque también pensé que yo no conocía ninguna oficina que expidiesen el certificado de caminante experto y que podría subir cualquiera. ¡Qué error! La subida era impresionante, mucho mas fuerte que la del PERDÓN, o al menos a mi me lo parecía.

Según iba subiendo, notaba cómo si tuviera un tirón en el muslo izquierdo, cada vez me dolía más, tal es así que al llegar arriba tuve que parar y darme un masaje para poder continuar. Lo que no suponía yo era que el dolor iba a ir en aumento de tal forma que no podría dar un paso y la bajada que me quedaba de al menos una hora se transformó en tres horas. Fue tremendo, había ocasiones en que tenía que andar sin mover la pierna izquierda incluso en algún momento traté de bajar de espaldas ya que así no me dolía la pierna. Al fin llegué abajo y según fue disminuyendo la pendiente, iba recuperando la fuerza en la pierna. Santiago me ayudó un montón.

Por otro lado el calor y el esfuerzo me provocaba un dolor importante en la pierna derecha donde tenía la venda, por la aparente alergia del calcetín. La marca roja era cada vez más ancha.

Por el camino habría llegado dos horas antes a TRABADELO.

 

Estoy ahora en PORTOMARÍN, son las 09:20 del día 9 de julio, es el octavo día de marcha.

Como se puede comprobar llevo dos días sin escribir nada pero ha sido jornadas muy duras. Intentaré contar todo desde que salí de VEGA DE VALCARCEL.

Tenía previsto acabar la etapa en TRABADELO, pero la acabé en VEGA DE VALCARCEL pues necesitaba recortar la del día siguiente ya que me enfrentaba a la subida al Puerto de PIEDRAFITA o CEBREIRO como normalmente se llama esta subida. Inicio la marcha con mucha fuerza y muchas ganas, el camino es muy bonito y hago algunas fotos, encuentro un bar en la FABA muy bien atendido y descanso un poco de la subida, luego continúo hasta CEBREIRO. El paisaje como siempre es precioso con unas vistas impresionantes. Continúo hacia el POIO y cuando me asomo al otro lado de la colina descubro todo un mar de nubes bajas cubriendo el valle, sigue siendo una vista preciosa.

Cuando estaba bajando el monte recibo una llamada de Luis, un compañero que me acompañará durante parte del Camino, y me dice que está en CEBREIRO y que se reunirá esta noche conmigo en TRIACASTELA, que le busque alojamiento.

Muy cerca de TRIACASTELA encuentro a tres chicas una suiza, otra italiana y otra ¡belga!, al fin me doy con una belga, no puedo perder la oportunidad de conocerla y de conseguir de ella una foto para enseñarla en casa.

Bajamos los cuatro hacia el pueblo a buscar alojamiento en el albergue y estaba todo completo al final pudimos alojar nos en una pensión en donde yo reservé una habitación doble para Luis y para mi. Al fin llega Luis, cenamos y nos vamos a acostar, ya que estamos muy cansados. Al día siguiente me confiesa Luis que no ha pegado ojo ya que no he parado de roncar, yo me disculpo y le digo que no se preocupe pues yo he dormido por los dos. Iniciamos la marcha algo más tarde que de costumbre ya que esta etapa la he organizado para que sea mas corta por ser la segunda de Luis.

El recorrido trascurre con normalidad; naturalmente que mi Camino ha sufrido un cambio sustancial, no es lo mismo ir sólo que compartir camino. Disfrutaba yendo sólo.

Llegamos al final a FERREIROS y nos dicen que no hay camas en el albergue y tenemos que dormir en el suelo del salón. Este día no puedo ducharme estaba todo muy guarro. La noche parecía una orquesta sinfónica de ronquidos, hasta yo me desperté, no había quien durmiese.

Nos levantamos a las 06:00 y salimos a las 06:30. Noté que Luis se encontraba mal pero no le pregunté nada. Seguimos ruta a PORTOMARIN.

Al llegar a PORTOMARIN Luis me confiesa que se encuentra mal, le duele la cabeza y que tiene que quedarse al menos un par de horas durmiendo, que no me preocupe que él luego me coge por la noche. Yo me siento muy mal y no me decido en principio a irme, él al final me convence y quedamos en vernos en PALAS DEL REY.

 

Estoy en Madrid y el resto de la historia lo escribo recordando desde mi despacho

Durante el recorrido de PORTOMARIN a PALAS DEL REY me calló una tormenta impresionante, estuve más de dos horas caminando con el poncho y el pantalón impermeable, duró casi hasta llegar a PALAS.

Las dos jornadas siguientes eran muy apretadas la primera con un final incierto en SANTA IRENE O EMPALME, la segunda con más de 22 Km. Que había que hacer antes de la 10:00 para tener tiempo suficiente para llegar a SANTIAGO. Al fin decido hacer la jornada penúltima de 47 Km. y llegar hasta ARCA (a 19 Km. De SANTIAGO). Se lo digo a Luis y me confiesa que él no está en condiciones de hacerse los 47 Km. Y que él puede llegar a SANTIAGO mas tarde ya que no tiene prisa en llegar. Finalmente quedamos en hacer el resto del camino cada uno por nuestro lado. 

A las 05:30 salgo de PALAS y con viento en popa inicio la marcha. Se me da muy bien el recorrido, consigo unas medias de tiempo muy buenas y llego a las 19:00 a ARCA. Allí consigo alojamiento en una casa rural muy bonita.

Al día siguiente inicio el recorrido a las 05:15 para llegar con tiempo a SANTIAGO. Salgo de la casa de noche en silencio y deposito la llave en el buzón, como había quedado con el dueño.

Esta es la última etapa y la tengo muy pensada, hace mucho frío y tengo poco tiempo que perder. El desayuno tiene que hacerse sobre las 8 de la mañana y habiendo recorrido al menos 10 Km. me quedarían entonces otros 10 Km. y 2 horas 15 minutos para llegar a Santiago. Quiero llegar a las 10:30 para poder descansar un rato, ir al hotel, lavarme y cambiarme antes de ir a la misa del peregrino de las 12 de la mañana.

Mientras es de noche me siento mas intranquilo que otros días, el camino tiene muchos más cruces y cambios de dirección que nunca.  Creo que ya no me duele nada.

Sigo caminando y no dejo de pensar en el encuentro con Santiago, ¿Cómo será?, ¿Estaré preparado?, ¿Seré consciente de la situación o adoptaré una postura absolutamente fría?

Según me aproximaba a Santiago, a buen ritmo, iba pasando a otros peregrinos, jóvenes y mayores, grupos pequeños y grandes. Las indicaciones kilométricas del Camino se suceden muy rápidamente; curiosamente estas se indican con tres decimales, es decir con una aproximación al metro.

Llego al MONTE DEL GOZO y comienzo la subida, no me parece tan alta, sobre todo después de haber pasado lo anterior del camino. Es muy cómoda, o al menos a mi me lo parece, y sin muchos contratiempos llego arriba. ¡Qué desilusión!, no veo la Catedral sin embargo en lo alto del monte aparece una extraña construcción, un monumento al peregrino algo surrealista.

Inicio el descenso y con él acuden a mi mente una gran variedad de ideas y pensamientos y con ellos extrañas preguntas de difícil respuesta: ¿Qué buscaba yo en el Camino?, ¿Porqué lo he hecho?, ¿Ha merecido la pena?. Como ya he dicho antes no me salían las respuestas en este momento, pero no se quedarán sin respuesta.

Otra de las preguntas que me hacía era sobre mi actitud y sentimientos cuando abrazara al Santo. Ha sido una meditación algo extraña que he tenido durante el Camino y no se si estaré preparado para sentir el autentico abrazo del Santo. Creo que cuando llega me sentaré un buen rato en la PLAZA DEL OBRADOIRO meditando ante la Catedral.

Después de caminar mucho tiempo entre pueblos y barrios próximos a Santiago, llego a un letrero que dice “Catedral à “ y allí me encamino yo.

Antes de llegar a la Plaza paso por la oficina del peregrino para formalizar el trámite de la “Compostela” y disponer así de más tiempo. Al fin llego a la Plaza y al contemplar la fachada de la Catedral, el corazón se me encoge, a pesar de haberla visto antes, no puedo controlar una cierta emoción. He llegado igual que salí solo, después de 9 días de Camino sin parar, lo he conseguido. Pero.... ¿Qué estoy buscando? Llegar a Santiago o mirar cara a cara al Santo. No lo se. Me siento frente a la Catedral, son las 11:00, la miro en silencio, me siento cansado pero orgulloso de haber llegado.

Se me hace tarde, me voy al hotel para lavarme y cambiarme rápidamente. Al fin vuelvo a la Catedral sobre las 11:45 y participo de la “misa del peregrino” .

Llega el momento de abrazar al Santo, me pongo en la fila y poco a poco nos vamos aproximando a la puerta de acceso. Trato de poner en orden mis ideas y sentimientos, hay un peregrino que no hace más que hablar y me está poniendo nervioso. Me toca el turno y entro por el pasillo y subo unas escaleras que me permitirán llegar a la espalda del Santo. Estoy expectante, quiero sentir más de lo que siento, tengo que pensar deprisa, me va a tocar el turno, la gente pasa tan deprisa que no puedes tener un momento de recogimiento, ya estoy junto a él, le abrazo, me empujan, salgo, ¡Qué desilusión!, no he sentido nada. Todo ha pasado muy rápido. Sigo con la fila de peregrinos para bajar ordenadamente a la cripta para ver el sepulcro del Santo.

Se trata de un pasillo que te lleva a una pequeña sala de unos 3x3 continuando el pasillo hasta salir al otro lado; en la sala y a la izquierda se abre una ventana que te permite ver el sepulcro y delante de dicha ventan hay un reclinatorio para tres personas. Cuando entro por el pasillo siento algo extraño en el estómago, continúo andando y llego a la sala, en ella me paro y me retiro al fondo de la misma dejando pasar la fila de peregrinos. Me quedo mirando el sepulcro del Santo, se me hace un nudo en la garganta de la emoción, siento la necesidad de arrodillarme y meditar, así lo hago y nadie me lo impide, ahora si puedo ir contestando a las preguntas que se me agolpaban en la mente. El Santo estaba delante de mi y yo sólo delante de él, eso era lo único importante. Nos miramos los dos, nos hablamos, le di las gracias por haberme acompañado todo el Camino y le pido todo lo que se me ocurre para la familia y los amigos pero lo más importante que le pido es que me siga acompañando el resto del camino que me queda por recorrer....

No se cuanto tiempo estuve en el sepulcro, al fin salí, encendí unas velas que me habían encargado y antes de salir del Templo veo a mi compañero Luis que acaba de llegar. Juntos nos encaminamos al hotel y nos contamos nuestras experiencias del camino. Todo ha merecido la pena.

Mis objetivos han sido cumplidos. Estoy muy satisfecho del Camino que he emprendido y que espero que no se acabe en SANTIAGO.